Y hoy...
Si una jarra de té negro frío con canela y el CD de los Beatles no logran inspirarme, no sé qué lo hará.
Ando perdida. Cualquiera que me conozca se habrá dado cuenta de eso. Y, cuanto más huyo de mí misma, más me encuentro en cada esquina. ¿Para qué voy a mentir? Soy como soy, y he cometido errores -demasiados- pero nada que me impida levantar los brazos y gritar "¡Eh!, ¡estoy aquí!".
Me estoy planteando tantas cosas ahora mismo, estoy entablando tantas conversaciones con mi vaso de té helado en este instante que, en fin, no estoy llegando a ninguna conclusión.
La primavera va a llegar, con sus habituales errores, y no estoy preparada.
No estoy diciendo nada. Debería retomar alguno de mis relatos, buscar algún curro no-legal, de pocas horas y mal pagado, estudiar matemáticas y sintásis si no quiero que se me cargue la de lengua... Pero, no sé por qué decidirme, vaya novedad.
En fin...
